En Francia he conocido a gente maravillosa este año, y entre ellas estaba mi amiga alemana (de origen turco) que se acordó de mi en uno de sus múltiples viajes a casa, y me trajo un llavero de su ciudad, Munich.
La verdad es que como siempre digo, la ignorancia lo es todo, y es por eso por lo que nunca me he sentido muy atraída por Alemania y el idioma en general. Pero lo cierto es que gracias a Seda, este año he aprendido unas pocas frases en alemán y he descubierto cosas de este país, que aunque desconocido para mi, debe ser precioso.
El llavero es giratorio y tiene dos caras, una de ellas escrita en inglés y la otra en alemán.
En la cara inglesa podemos ver la Torre de Comunicaciones del Olympiapark, en resumen es un área de juegos olímpicos que está cerca de un parque.
Por el otro lado, y más de mi gusto, podemos ver la catedral Nuestra Señora de Múnich (Frauenkirche), que mide 99 metros de alto (incluso hay una ley que prohibe construir edificios en el casco urbano donde se haya más altos que ella).
Definitivamente, algún día tengo que ir a Baviera para poder disfrutar de esta ciudad, ¡y de la comida alemana!
Danke Seda!
Besos,
Lola
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