Este llavero tan precioso es muy especial y triste al mismo tiempo. El último llavero de mi Erasmus y un regalo de unas de las dos personitas más maravillosas del mundo, mis amigas Anaïs y Alicia, de Granada (de las que ya he hablado tantas veces).
Nos fuimos a visitar este precioso castillo (pequeñito y mono), el castillo de Azay-le-Rideau, como último viaje de mi erasmus. Nos lo pasamos muy bien, hicimos fotos, comimos, nos paseamos, nos enamoramos de una perrita Gran Danesa, y muchas otras cosas varias.
Este llavero es tan especial porque por culpa de mis bajos fondos económicos no tenía dinero para comprarlo, y a mis dos amigas les di tanta penita que me lo compraron sin que me diera cuenta, y la última noche con ellas me lo dieron... ¡qué emoción! No sabéis como lo aprecié, ya que me parece un llavero precioso. Es igual por las dos caras, los cristales son una especie de lupa que agranda el castillo. Y abajo de la fotografía, en letras muy pequeñitas, se puede leer Château d'Azay-le-Rideau (no se aprecia en la foto). Se puede apreciar que el castillo está construido al lado de un lago, en el que vemos su reflejo, creando un efecto mágico.
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Anaïs, yo y Alicia en el Castillo de Azay-le-Rideau.
De verdad pienso que sería el castillo perfecto para inspirar un cuento de hadas. |
Gracias mis pequeñas por este regalo tan precioso y por todas las cosas que hemos pasado en mi estancia en Francia. Lo voy a guardar con un cariño especial, y siempre que lo mire me recordará a aquel día tan
precioso que pasamos juntas un 31 de enero. Os quiero.
Besos,
Lola